El uso de instrumentos ópticos permite ver con mayor claridad y tamaño los objetos pequeños y lejanos. Construimos algunos de estos instrumentos con materiales muy asequibles.

 

 

- Caleidoscopio. El principio físico que explica el funcionamiento del caleidoscopio es el de la reflexión de la luz. La luz viaja en línea recta. Pero cuando choca contra un espejo, cambia de dirección, es decir, rebota. Utilizando rollos de cartón, pequeñas cuentas de cristal y tres espejos con los que se forma un prisma. Al colocar los espejos, formando un ángulo, con algún objeto iluminado entre ellos, observaremos un número ilimitado de imágenes reflejada que dependerán del ángulo entre los espejos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

- Periscopio es un instrumento para la observación desde una posición oculta. Su forma sencilla es un tubo con un juego de espejos en los extremos, paralelos, y en un ángulo de 45º respecto a la línea que los une. El periscopio se puede utilizar para ver sobre las cabezas de la gente en una multitud o para observar algo por detrás de un muro sin necesidad de subirse a él. Para fabricar nuestro periscopio necesitaremos una caja de cartón alargada y un par de espejos en los extremos, paralelos y en un ángulo de 45 º respecto a la línea que los une. Los rayos de luz procedentes del objeto entran al periscopio horizontalmente, se reflejan verticalmente hacia abajo, se reflejan nuevamente en el espejo y salen horizontalmente hacia la izquierda por la ventana, donde son percibidos por el ojo.

- Catalejo. es un instrumento óptico monocular empleado para ver de cerca objetos lejanos. Consta de un tubo corredizo con dos lentes convergentes, una colocada en el objetivo y otra en el ocular.